La hostelería demanda al Estado

Cansados de buscar diálogo y de los ignoren, los hosteleros buscan en los tribunales la atención que los políticos les niegan. Esta semana se presentan las primeras diligencias de una demanda millonaria contra el Estado  (central y autonómico) por los graves daños que les ha causado la mala gestión de la pandemia del COVID. La hostelería demanda al Estado por daños y perjuicios, ya que incluso durante el estado de alarma el régimen de responsabilidad patrimonial continúa vigente.

“No estamos pidiendo subvenciones ni ayudas, no es limosna -dice Alfonso García, propietario del popular Casa Alfonso de Barcelona–reclamamos nuestros derechos. Nosotros pagamos puntualmente los impuestos, ahora que se nos impide realizar nuestra actividad, el Estado debe hacerse cargo. En derecho se conoce como lucro cesante. En Europa lo han entendido muy bien”.

La plataforma de demandantes #lahosteleriadetodos (www.lahosteleriadetodos.org ) es una iniciativa que partió de la cocinera madrileña Begoña Fraire propietaria del restaurante Étimo de Madrid. En dos semanas  ha logrado sumar a más de 1.100 hosteleros de 15 comunidades toda España. Y lo que queda: cada día reciben más de 200 llamadas.

Begoña Fraire

La empatía que mueve a la acción

“No podía soportar que la administración maltratara mi oficio -explica Begoña- porque lo amo. No solo es un sector económico, es un tejido cultural, una parte de nuestra forma de ser. Son los negocios pequeños los que más están sufriendo. Pensé que alguien tenía que luchar por todos y me fui a ver a los abogados. Estuvieron semanas estudiando las posibilidades de la demanda y vieron que había precedentes. Y aquí estamos. Somos independientes y apolíticos. Solo nos une nuestra profesión”.

En el centro de la reclamación está la hostelería de a pie: el bar del barrio, la casa de comidas, el mesón del polígono… No han querido aprovecharse de los nombres de cocineros mediáticos que también se han unido a la demanda porque consideran importante que nadie sea protagonista. “Desde el principio los hosteleros hemos buscado el diálogo -afirma Juanjo López Bedmar propietario del carismático restaurante madrileño La Tasquita de Enfrente– pero no lo encontramos. No hemos tendido los interlocutores adecuados. Las asociaciones empresariales se han mostrado ineficaces y la Administración nos ha ignorado.  Por eso hemos recurrido a esta iniciativa. En la plataforma somos todos independientes, cada uno paga su parte de la demanda (242 euros). Algunos nos hemos erigido en portavoces porque ya protestamos de manera particular, es nuestra forma de ser. Desde mi libertad he dicho siempre lo que pienso y seguiré haciéndolo. No juzgamos si las medidas adoptadas por el Gobierno son justas o no, eso no es cosa nuestra. Pero sé que si me cierran me tienen que indemnizar. Europa entera lo ha entendido así ¿por qué aquí no?”.

Juanjo López Bedmar

La demanda se amplía a otros sectores

Otros sectores como la distribución y la producción alimentaria directamente vinculados a la restauración también se han sumado a la plataforma, aunque su demanda será diferente. Muchas de estas empresas no han podido acogerse a ningún tipo de medida, ni si quiera los ERTE por que no tuvieron cierre por causa mayor, simplemente dejaron de vender. “No somos solo restaurantes y bares, también están los hoteles, en situación dramática, y todos los productores y proveedores que dependen de nuestros negocios, lo que se llama canal HORECA. Entre toda la cadena de valor aportamos un 20% del PIB, pero no existimos, es incomprensible. Nos dejan a nuestra suerte, desamparados. No hay otra vía que los tribunales”, insiste Alfonso García.

Alfonso García

La demanda está siendo elaborada por el bufete Cremades y Calvo Sotelo, especialista en demandas colectivas, y en su redacción trabajan exmagistrados del Tribunal Supremo. “No entramos a valorar la idoneidad de las actuaciones de los gobernantes -aclara Diego Solana, socio del bufete- y reconocemos que las restricciones se hacen para defender un bien superior que es el derecho a la salud. Ahí es donde surge el conflicto y la indemnización. Un derecho, el de la salud, se impone sobre otros, el de la libertad de empresa y el trabajo. Cualquier acto está sujeto a derecho, incluso en situaciones como las actuales de estado de alarma. Todos los actos tienen consecuencias. En la actuación de las administraciones central y autonómicas hay desproporción e inadecuación y el tribunal deberá juzgarlo.”

¿Por qué Europa, sí y España, no?

Entre los hosteleros el ambiente está caldeado por meses de desprecios y malas formas. “Se trata sobre todo de un acto de dignidad -explica Iñaki Viñaspre, CEO del grupo Sagardi Cocineros Vascos, con 35 restaurantes en 7 países y 700 trabajadores solo en España. No pueden tratarnos como si no significáramos nada. Miles de familias dependen de este sector, es una cuestión de responsabilidad social, pero parece que se les olvida. La respuesta en Europa ha sido bien distinta. Allí trabajan para salvar a las empresas, aquí solo toman decisiones que no sirven para nada. Cuando no saben qué hacer cierran la hostelería y se cubren las espaldas. Todos los informes aseguran que en hostelería solo se produce un 3,5 % de los contagios. No queremos ser un problema, pero tampoco que nos pisoteen y criminalicen”.

 

Iñaki Viñaspre (imagen @gruposagardi)

Una parte de las peticiones de los hosteleros se centran en que los países de la UE han destinado ayudas directas al sector, aun cuando éste no representa para sus economías la fuerza que supone en España. “En Alemania el Estado ha abonado a cada hostelero el 70% de su facturación de 2019 para que puedan hacer frente a sus compromisos económicos (alquileres, personal, suministros, impuestos). En España -explica Diego Solana, socio de Cremades y Calvosotelolas ayudas a la hostelería se limitan a una reducción del alquiler, solo cuando el casero sea un gran tenedor, lo que significa que la mayoría de los negocios no pueden acogerse a este caso. No ha habido exención de impuestos, salvo algunas tasas municipales en determinadas ciudades; y tan solo algunas moratorias en los pagos a la Seguridad Social.  IVA, IRPF, Sociedades, se han pagado. Hay que tener en cuenta que muchos hosteleros son autónomos que se autoemplean y generan trabajo para sus asalariados. Los ICO son un mecanismo ineficiente y además hay que devolverlos. No son una ayuda, sino una forma de endeudarse más en un momento crítico. Y los ERTE han sido una herramienta válida, pero sobre todo para los empleados, a pesar de que muchos han cobrado con meses de retraso”.

 

Un sector maltratado y abandonado

A la luz de estos datos, las administraciones han publicitado como paquetes de ayudas al sector, lo que en realidad no era más que humo: la mayoría no ha podido acogerse a las ayudas. “En Europa han generado mecanismos de apoyo directo a las empresas, además de la exoneración total de impuestos mientras que dura el cierre forzoso. Aquí no -se lamenta  Iñaki Viñaspre. Y lo que es peor, tampoco nos incluyen en los fondos de recuperación que han sido destinados a sectores emergentes de la economía. La hostelería y el turismo tenemos un problema que va más allá de la pandemia”.

Y Alfonso García protesta “¿Qué sector ha puesto a España en el mapa? ¿Por qué se nos conoce? Por nuestros deportistas y nuestros cocineros y restaurantes. Por ser un destino turístico mundial. Las empresas y profesionales del sector son una referencia. Es lamentable que las autoridades se desentiendan de quienes  han tirado del país durante años y han hecho crecer la economía”.

Algo que los hosteleros no perdonan es que se haya criminalizado al sector. “No solo eso -dice Pepa Muñoz, cocinera propietaria del restaurante El Qüenco de Pepa de Madrid– nos sentimos agraviados en comparación con nuestros colegas europeos ¿Por qué ellos tienen ayudas y nosotros no? ¿No somos iguales ante la ley? Ha quedado claro que quienes deciden en España saben prohibir, pero no saben gestionar”.

Pepa Muñoz y otros hosteleros durante una protesta ante el Congreso

«Creo que el Gobierno no se esperaba una acción así por parte de la hostelería -sostiene Begoña Fraire. Somos mucho de quejarnos y poco de actuar, pero eso se ha terminado. Salir a manifestarse es menos efectivo que poner una demanda. Toda acción genera una reacción. Si no hay negociación se acaba en el Tribunal Supremo, o en Bruselas. Iremos donde haga falta. Ya nadie nos parará».

 

SITUACIÓN DE LA HOSTELERÍA EN  OTROS  PAÍSES EUROPEOS

España no está destinando ayudas directas a la hostelería. Según el informe Competur de Cerveceros de España, la facturación del sector ha descendido un 50 por ciento respecto al pasado año y se han destruido 350.000 empleos.  Las ayudas estimadas para que el sector resista son 8.500 millones de euros. Esta es la situación en otros países de la Unión Europea:

ITALIA

Ha destinado 5.400 millones de euros al restablecimiento de las actividades económicas afectadas directa o indirectamente por las restricciones impuestas a la protección de la salud. En el caso de los restaurantes ubicados en zonas turísticas, el Gobierno italiano abonará un máximo del 20% de los ingresos que hayan perdido, tomando como referencia la facturación del mismo periodo del 2019. También incluyen subvenciones para la compra de materias primas  que sean 100% italianas, una forma de apoyar al sector primario y a la distribución.

FRANCIA

Tras anunciarse el cierre temporal de la hostelería, el gobierno Macron aprobó un total de 10.000 euros mensuales de ayudas a aquellas empresas que se vieran afectadas. Pueden acceder a estas ayudas las empresas con menos de 50 trabajadores que demuestren pérdidas de hasta el 70% de sus ingresos. Una ayuda a la pequeña y mediana empresa.

ALEMANIA

El Gobierno alemán ha propuesto ayudas directas de hasta un 75 % de las pérdidas que se deriven de los cierres impuestos y ha adjudicado una partida de 10.000 millones de euros. Según el tamaño de la empresa, se puede conseguir hasta 200.000 euros de subvención y hasta el 90% de los costes fijos.

PAÍSES BAJOS

40 millones en ayudas a fondo perdido para compensar los costes de las restricciones a bares y restaurantes en una cantidad equivalente al 2.75% de la pérdida de facturación (2.500 € por establecimiento).

DINAMARCA

El Gobierno danés ha aprobado ayudas directas para todos los sectores que han visto restringida su actividad. En octubre se anunciaron 99,4 millones € para apoyar a bares y restaurantes con restricciones horarias. En noviembre, se aprobaron 107 millones de € para empresas afectadas por las restricciones por la Covid-19; y en diciembre, se añadieron 94 millones € más.

  

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Julia Pérez Lozano

Licenciada en Ciencias de la Información por la UCM. Especialista en gastronomía. Autora de numerosos libros y guías. Trabaja con lo que más le gusta: las palabras y los alimentos.

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