
Comer frente al mar: los mejores restaurantes
Cada año recorremos España buscado restaurantes para comer muy bien mirando el mar. Esta es nuestra propuesta 2025.
Pocas cosas hay tan seductoras como comer mirando el mar. Un placentero efecto de calma se apodera de nosotros y nos empuja a disfrutar aun más de la comida. Cuando llega el verano quien no sueña con una agradable comida o una cena romántica al borde del agua. Esta es nuestra guía de estaurantes para comer frente al mar en España, aunque seguro que hay más.
Galicia
A centoleira
Con magníficas vistas sobre la ría, esta popular y centenaria marisquería se ha ganado el respeto y la fama a base de servir marisco de calidad muy bien cocido, tanto que son muchos quienes los encargan para llevar a casa. Centollas, camarones, cigalas, nécoras, percebes… Sus “cestas de marisco variado” son famosas (desde 100 euros por persona). También ofrecen pescados y unas deliciosas empanadas, la de maíz no hay que perdérsela. Para acompañarlas buenos vinos de la Ribeira Sacra. Los lugareños van allí siempre que tienen algo bueno que celebrar, por algo será. La decoración, dependiendo del salón que toque puede resultar demasiado pomposa, pero las vistas a través de las ventanas son un buen antídoto.
Culler de Pau
Lugar Reboredo, 73. O’Grove. Pontevedra. Tel.: 986 73 22 75. Precio desde: 200 €. Cierran martes y miércoles.
Al fondo las bateas donde se cultivan los mejillones y debajo la huerta: una metáfora de la cocina de Javi Olleros, uno de los mejores cocineros de Galicia y de España. En su elegante refugio de O’Grove mezcla con mucha chispa los vegetales próximos y los mariscos y pescados de la ría. Un pulpo que no se olvida y platos con sardinas que se agarran en la memoria. Cocina, ligera, sabrosa, escueta, con una personalidad arrolladora y unas maravillosas vistas al Oeste, allá donde se pone el sol. Ir a cenar en verano permite admirar una preciosa puesta de sol a eso de las 10 de la noche. Ofrecen tres menús degustación (170, 190, 200€). Una de las paradas gastronómicas más interesantes de Galicia.
As Garzas
El bravo Atlántico se cuela por las ventanas de esta casa de piedra del corazón de la Costa da Morte, que además de restaurante es un encantador hotel de gestión familiar. Materias primas de calidad, no solo los pescados y mariscos, también las verduras, que se preparan con acierto. Recetas sencillas y presentaciones elegantes que se acompañan con vinos gallegos. Estupendos postres. Disponen de un menú degustación (92€) y un menú-carta (72€) en el que se incluyen especialidades tan apetecibles como la caldeirada, el mero con grelos, la xarda (caballa) en escabeche, etc. Un lugar encantador para pasar un fin de semana… o más. La buena comida y las vistas al mar están aseguradas.
Nito
Estrada da Area, 1. Viveiro, Lugo. Tel.: 982 56 09 87. Precio: desde 70 €.
Abocado al mar, este restaurante es un clásico del marisco y el pescado en tierras gallegas. Desde el interior se puede disfrutar de una bonita vista, pero es su terraza la que atesora las mejores impresiones de la Ría de Viveiro. Con espíritu de casa de comidas, el mismo con el que nació allá por el año 70, de sus cocinas salen deliciosos guisos típicos de la zona y una gran variedad pescados y mariscos. Alberga una interesante bodega y sus filloas son tan icónicas como el propio restaurante. No hay que dejar de probar el salpicón de bogavante, antológico.
Asturias
El Real Balneario de Salinas
Av. de Juan Sitges, 3. Castrillón. Avilés.Tel.: 985 518 613. Precio: desde 80 euros.
Una ubicación que deja sin aliento. El viejo balneario hace tiempo que se convirtió en un elegante restaurante. La estilosa puesta en escena de la sala armoniza perfectamente con la propuesta gastronómica, basada en el producto de proximidad, que ha desarrollado Isaac Loya, nieto del fundador. Materia prima del Cantábrico escogida con esmero y una refinada cocina asturiana van de la mano de un gran servicio. Destacan los bogavantes, seña de la casa, disponibles en ensalada, parrilla, asado o bullabesa. Tampoco falta la lubina, ni el rey. Una sabia mezcla de tradición y modernidad, siempre en base a un producto 10. Una dirección segura donde las haya.
Restaurante Güeyu Mar
Playa de Vega 84. Ribadesella. Tel.: 985 860 863. Precio medio: 100€
Regentado por Abel Álvarez y su mujer, este local se encuentra frente a la playa de Vega donde esta pareja ha creado una oferta de pescado de la costa asturiana que tarifa al peso. La elaboración es sencilla: se trabaja la parrilla en función de la clase y el tamaño de los pescados, que pueden asarse enteros o troceados, según considere el parrillero. Álvarez, que es un sabio del fuego y la parrilla, lucha contra las convenciones usando maderas de roble –más húmedas- para hacer más jugoso el bocado y trocea a las piezas más grandes en rodajas antes de pasarlos por la parrilla. Atención a su aliño secreto “agua de Covadonga”, sustituto del refrito de ajos con aceite y vinagre tradicional. En verano hay que lanzarse a por los pescados azules, pero tampoco hacer ascos al virrey, la lubina o el San Martín. La carta de vinos con más de cien referencias, entre ellas magníficos champanes, es otra sorpresa.
Cantabria
Asador El Tronki
El Muelle. Pedreña. Tel.: 942 50 00 18. Precio: desde 45 euros.
Inequívocamente marinero, este asador, con alma de taberna, del elegante puerto de Pedreña en la bahía de Santander, es una referencia en la zona. Un lugar sencillo, desde el servicio a la puesta en escena -incluyendo servilletas de papel- cuya única pretensión es darle el punto en la parrilla de carbón al pescado que cada mañana llega fresquísimo de la lonja. Imprescindibles las sardinas en temporada y el machote. Pescados salvajes que se tarifan a precio de mercado y se preparan espléndidamente sobre las brasas. Buenas almejas y navajas. Se puede comer barato si se piden sardinas o aumentar la cuenta con pescados y mariscos: el cliente elige.
País Vasco
Portuondo
Portuondo Auzoa, Mundaka, Vizcaya. Tel.: 946 87 60 50. Precio: desde 3o en el bar y 60 en el restaurante.
No hay mejor emplazamiento para disfrutar de las vistas de la ría de Mundaka y la reserva de Urdabai, con la playa de Laia al frente, que este popular restaurante-asador, abierto hacia 1960 en un antiguo caserío reformado. También funciona, con horario y carta diferente el bar con terraza que se conoce como Txakoli Portuondo, con una carta más sencilla a precios muy populares. Cocina tradicional vasca, de producto y temporada, con la parrilla como principal reclamo. Merece la pena probar los pescados que llegan de las lonjas cercanas: Bermeo, Mundaka, Lekeitio, Ondarroa… También los carnívoros pueden disfrutar de una buena chuleta.
Akelarre

Cataluña
Els Pescadors
Comer en este restaurante es como hacerlo casi dentro del mar. Desde su preciosa terraza o través de las cristaleras se ven los barcos amarrados en los pantalanes mientras se disfruta de una de las mejores calderetas del Mediterráneo. Pescados y mariscos componen una carta de lo más apetecible, que sigue el ritmo de las estaciones y bebe de la tradición bien actualizada por Luis Fernández Punset. Un establecimiento familiar (la tasca que se inauguró en 1947 se ha convertido en un elegante restaurante marinero) donde todo se hace con esmero. Estupendos mariscos, ojo a las langostas, pescados de la bahía y guisos marineros, a los que se suman algunas propuestas más novedosas. También cuenta con un espacio para tomar tapas.
Els Brancs
Tras la marcha de Javi Cabrera, el cocinero que hizo que este lugar saltara a la fama, Rafa Zafra (propietario de Estimar en Barcelona y ex miembro del equipo de elBulli) se hizo cargo de la dirección gastronómica. El cambio no ha afectado al buen tono que transmite el restaurante. Es uno de los restaurantes del hotel Vistabella en la playa de Canyelles. Cocina mediterránea muy moderna centrada en los pescados y mariscos del entorno tratados con precisión, certeza y no poca originalidad. Cenar en la preciosa terraza sobre el mar es un placer. Conviene ir pronto para ver anochecer. No abren al medio día.
Comunidad Valenciana
Casa Jaime
Av. Papa Luna, 5. Peñiscola. Castellón. Tel.: 964 480 030. Precio: desde 60 euros.
Los mejores guisos y arroces marineros de la provincia de Castellón y de buena parte del Mediterráneo, con maravillosas vistas al castillo de Peñíscola. Productos de calidad comprados en la lonja local y el buen hacer de toda una familia dedicada al negocio. Un clásico que no pierde comba. Caixetes, chanquetes y otros placeres prohibidos aquí no lo son. Imprescindible probar el Arroz Calabuig, que preparaban para el cineasta Luis García Berlanga y la raya con patatas y langostinos. Para tener buena mesa en la terraza imprescindible reservar con antelación.
Casa Manolo
Paseo Marítimo s/n. Playa de Daimús.Valencia.Teléfono: 962 81 85 68. Precio: desde 65 euros.
Poco a poco este restaurante familiar que es un clásico en la zona, ha ido dando un giro a su carta es introduciendo platos más contemporáneos y lejos quedan los tiempos en que era un chiringuito más en el paseo marítimo. Manuel Fominaya cuida la materia prima pero no duda en aplicarle técnicas innovadoras, con las que logra platos tan vistosos como sabrosos: ostra con sorbete de apio y salsa raifort. Aún así no faltan los callos, que son excelentes, ni los arroces –estupendo el arroz con costra-, ni las quisquillas de Santa Pola, cigalas en costra de sal. También tiene una versión más económica en Daily Gastrobar, un espacio que rinde homenaje al chiringuito de los orígenes y donde mantiene platos populares a precios idem.
Peix y Brases
Plaza de Benidorm s/n. Denia. Alicante. Tel.:965 78 27 57. Precio: 50-90 €.
Peix y Brases nunca aparece en las listas de los llamados restaurantes de producto. Sin embargo es uno de los locales de Denia donde mejor materia prima se encuentra. Al frente de la cocina José Manuel López, extremeño curtido en los fogones junto a Quique Dacosta de quien fue jefe de cocina. Compone platos sencillos, escuetos, con dos o tres ingredientes. Huye de los alardes técnicos y de los juegos malabares. Las archifamosas gambas rojas de Denia se hierven en agua de mar y se tarifan al peso, como el resto de los mariscos que aparecen en la lista dependiendo de la temporada. La azotea, con el mar al fondo, sirve de escenario a un suculento festín en el que tampoco faltan verduras y pescados.
Murcia
La Mestiza
Polígono Dos Mares, Parcela 37, La Manga. Tel.: 968 14 32 14. Precio: 70-90 €.
En un lugar privilegiado de la costa de Murcia con vistas al Mar Menor, La mestiza (La Manga) es un chiringuito que se eleva en varias alturas y ambientes sobre la cala del Turco. Un espacio para comer -muy bien- en chanclas y pareo y alargar la sobremesa hasta disfrutar de una maravillosa puesta de sol. Los cócteles y el Dj hacen que el tiempo pase más deprisa de lo que uno quisiera. Buen ambiente y una cocina sencilla que bascula entre el producto apenas tocado y platos viajeros cuando no de rabiosa fusión. Tampoco faltan los arroces, como en cualquier restaurante playero que se precie.
Islas Baleares
Café Balear
Pla de Sant Joan, 15. Ciutadella. Menorca. Tel.: 971 380 005. Precio: desde 60 euros.
Varias décadas de experiencia asoman por las mesas de este restaurante considerado uno de los mejores de Menorca. Cocina de producto de gran calidad, pescados y mariscos –se puede ver como llegan de puerto de su barca la Santa Rosa- hechos impecablemente en la parrilla, arroces en su punto –atención a la caldereta de langosta– y hojaldres memorables de postre. No se puede pedir más mirando al mar, bueno, sí una selección de cavas interesante, como la que hay en esta terraza. La decoración es sencilla, marinera y sin algarabías y su único pero son las colas que se forman para entrar cada verano (no son metafóricas), duran hasta las 12 de la noche.
Muelle de Levante, 314. Mahón. Menorca. Tel.: 971362345. Precio: desde 40 euros.
Espacios bonitos, bien decorados y con buenas vistas, en Menorca hay unos cuantos, sin embargo, no en todos se come bien, aunque miren al mar. El Rais (Menorca) es una terraza blanca colgada sobre el puerto de Mahón, que desde la calle pasa desapercibida si no fuera por el gran cartel que se recorta sobre la pared blanca. Las especialidades mediterráneas como arroces y pescados se salpican con gyozas de porc negre, saam de tartar de atún rojo o burrata con tomate en conserva. Buena mano para el aliño y gracia para dar el punto. Bistró marinero de servicio desenfadado, aunque muy atento y simpático, con una oferta culinaria cosmopolita y resultona que convence desde el momento en que se lee la carta.
Andalucía
El parador playa
Ctra. Cádiz, 131. Benalmádena. Tel: 951 26 49 31. Precio: 45-65 euros.
Colgado literalmente sobre la playa, este chiringuito de toda la vida (la tercera generación está el frente) ha comenzado un lento cambio. Francisco Muñoz en los fogones, busca del producto de calidad y de la recuperación de recetas tradicionales, aunque en las mesas se mantienen los manteles de papel y el servicio anda siempre acelerado. Merece la pena probar la ortiguilla con jugo de cordero, la ostra con jugo de jamón ibérico Dehesa de los Monteros y la sopa colorá con sardinas, especialidad de Benalmádena y homenaje del cocinero a su abuela. Espetos de sardinas, con sardinas pequeñas pero muy jugosas, cargadas de grasa y el punto de asado perfecto. Por algo es uno de los restaurantes de la provincia de Málaga mejor valorados. Para repetir.
Los Marinos José
Paseo Marítimo Rey de España 161. Fuengirola. Precio: 60-120 euros.
En este restaurante se encuentra la mejor materia prima de la Costa del Sol. Pablo y José Sánchez cuidan muy bien a una clientela fiel, que vuelve una y otra vez. El local es muy agradable, lo mismo que la terraza para las cálidas noches veraniegas. Pargos, besugos, conchas finas, gambas blancas, quisquillas, chopitos… Fritos, a la plancha o en el horno, Pablo siempre acierta a dar el punto perfecto y a ofrecer alguna suculencias como la tortilla de hígados de salmonete, la ventresca de atún curada o los espectaculares boquerones en vinagre, difíciles de igualar. Estupenda bodega. Personal tan amable como eficiente. Un festín sencillo y delicioso. Leer crítica de Los Marinos José.
Canarias
Nelson
Av. Polizón, 47. Arinaga. Telf.: 928 18 08 60. Cierra lunes y martes. Precio medio desde 55 euros.
El veterano cocinero Nelson Pérez tiene una mano especial con los pescados y convierte lo trivial en extraordinario. No se da importancia, pero sabe que su restaurante está en la agenda de todos los buenos aficionados que pasan por la isla: Arinaga está 30 minutos en coche de Las Palmas de Gran Canaria. Su salpicón de vieja es un espectáculo -lo adereza con un vinagre especial- y para regocijo de la clientela lo prepara en la sala con enorme desparpajo: da gusto verle en acción. Cada día escoge los mejores pescados de la lonja y los elabora de forma sencilla pero infalible. Guarda, como tesoros, algunas de las recetas más tradicionales de la isla como el gofio escaldado o la sama al estilo canario. Entre sus especialidades el cherne en salsa verde con almejas.
La vieja
Es curioso que en una isla haya pocos restaurantes (buenos) al borde del mar. Este es uno de ellos, sobre todo por la calidad de las materias primas que ofrecen y que se muestran en un expositor a la entrada como es costumbre en muchos establecimientos de la isla. Para ir a lo seguro y no fallar hay que huir de todo lo que suene moderno y centrarse en los pescados al horno o a la plancha, advirtiendo que no los cocinen en exceso. Buen cherne, vieja y sama en temporada.
Magníficos Restaurantes con buenas materias prima y muy exquisitas criticas culinarias ,dignos de ser visitados.
Hola, añadiría el que he descubierto recientemente en un rinconcito de Galicia, Mapica de Bergantilños (Costa da Morte). El coqueto restaurante Seiruga está frente a la playa del mismo nombre, desde donde se pueden ver las Islas Sisargas, junto al humedal de Esteiro. Ofrece una cocina tradicional, basada en la selección de primera de productos de la zona: empanada de vieiras o de bacalao, sardinas en escabeche…y unos arroces llenos de sabor a mar. Un placer para todos los sentidos. http://www.restauranteseiruga.com/
A Centoleira en Beluso, Pontevedra
Fantásticos todos, pero tanto por su comida como por la calidad de sus instalaciones frente al mar, falta el Gran Hotel del Sella, de Ribadesella.